La mayoría de nosotros conocemos a estos dos tipos de personalidades, de como funcionan y de como pueden influenciar en nuestra salud mental y física.
Hoy podría escribir sobre como identificar a uno u otro tipo de personas y como generar antídotos contra la toxicidad y lo podría hacer, guiándome por estudios de prestigiosos psiquiatras, psicólogos o sociólogos, pero he preferido dejaros este precioso poema de Antonio Machado. En el podéis comprobar de que forma tan sutil, tan emotiva y poética describe a la gente toxica y a la buena gente.
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas,
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra...
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos
descansan bajo la tierra.
Tu tienes la opción de elegir que tipo de persona quieres ser y como no, de quienes quieres roderate.
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